miércoles, 16 de diciembre de 2015

CUIDADO!!!! NOS PODEMOS CARGAR LA BIODIVERSIDAD.


James Hansen, el científico de la NASA que alertó hace tres décadas sobre los riesgos del cambio climático en el Congreso, ha calificado el Acuerdo de París como "un fraude y una farsa".
Desmarcándose del tono de celebración entre los líderes políticos, en declaraciones a 'The Guardian', Hansen cuestionó el contenido del acuerdo de 31 páginas alcanzado en París como "una suma de palabras y de promesas, sin acciones concretas".
"El acuerdo es una excusa que tienen los políticos para poder decir: tenemos una meta de dos grados e intentaremos hacerlo mejor cada cinco años", declaró Hansen, que criticó el hecho de que el texto no mencione siquiera por su nombre al auténtico causante del problema: las energías fósiles".
"Mientras los combustibles fósiles sean los más baratos, los vamos a seguir quemando", añadió Hansen, que a su paso por París defendió la necesidad de gravar el petróleo, el carbón y en menor medida el gas: "No lo llamaría impuesto del carbono porque eso asusta a la gente, pero los grandes contaminadores tienen que pagar".
Hansen destacó que el acuerdo, que insta a los 196 países firmantes a alcanzar el "pico" de emisiones "lo antes posible", no establece un objetivo claro ni fija un calendario o una meta en el horizonte.
El científico, de74 años, se retiró de la NASA en 2013 y sigue siendo profesor en la Universidad de Columbia. En los últimos años fue detenido varias veces frente a la Casa Blanca en las protestas contra el oleoducto entre Alberta y Texas, junto a miembros del grupo 350.org, que reclama acciones para limitar las extracciones de carbón y petróleo.
Considerado como alarmista por una parte de la clase científica, que no acaba de ver con buenos ojos su salto al activismo, su última contribución a la ciencia del clima fue un estudio fechado en julio, en el que asegura que la meta de dos grados de calentamiento es "excesivamente peligrosa" y que la subida del nivel de los mares puede poner en riesgo la mitad de las grandes ciudades costeras del planeta, incluidas Nueva York, Miami, Londres y Shanghai.


jueves, 3 de diciembre de 2015

Frenemos el cambio climático.

El cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad. Es importante trabajar para lograr un modelo energético sostenible, capaz de reducir las emisiones de CO2, y en el que la opción nuclear quede definitivamente descartada. Apostemos por una revolución energética. !!!!


Si no reducimos rápida y drásticamente las emisiones de gases efecto invernadero en todo el mundo los impactos del cambio climático serán realmente graves. Las emisiones de este tipo de gases han aumentado mucho desde la época preindustrial por el modelo energético global basado en la quema de combustibles fósiles.

Los impactos del cambio climático ya son perceptibles, y quedan puestos en evidencia por datos como:
  • El aumento de la temperatura global de 0,85 ºC, el mayor de la historia de la humanidad.
  • La subida del nivel del mar.
  • El progresivo deshielo de las masas glaciares, como el Ártico.
Pero hoy también podemos ver los impactos económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como:
  • Daños en las cosechas y en la producción alimentaria.
  • Las sequías.
  • Los riesgos en la salud.
  • Los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes.
Y es que el 97% de los científicos está de acuerdo en que el cambio climático está sucediendo ya, y que está generado por los gases de efecto invernadero emitidos por el ser humano. ¿Y cuál es el mayor responsable del conjunto de esas emisiones nocivas? El sector energético, debido a su uso de energías sucias (petróleo, carbón y gas). Unas 90 empresas son responsables de casi las dos terceras partes de las emisiones mundiales.
Los expertos marcan el aumento de 2 ºC de temperatura como el umbral que no debemos alcanzar si no queremos vivir los peores impactos del cambio climático. Sin embargo, en los peores escenarios probables que los expertos reflejan, el aumento de temperatura podría llegar a los 4,8 ºC para final siglo. Además, las inversiones para la adaptación al aumento de la temperatura serán mucho más elevadas cuanto más tardemos en actuar. Según el Banco Mundial, las pérdidas por los desastres naturales alcanzan los 3,8 billones de dólares desde 1980.
España está entre los países más incumplidores del Protocolo de Kioto, lo que nos ha llevado a gastar de 800 millones de euros en la compra de derechos de emisión.  800 millones de euros de fondos  públicos para encubrir a las empresas energéticas estatales y dejar que sigan ganando montañas de dinero a consta del erario publico. Por si eso fuera poco, la última reforma del sector eléctrico frena las energías renovables, penaliza el autoconsumo energético, y fomenta energías sucias, como la extracción de petróleo y el fracking (un sistema altamente contaminante que permite extraer gas o petróleo fracturando el subsuelo). Esta es la labor de los Lobbys !!!!

¿Qué soluciones hay?

La solución es una revolución energética que transforme el sistema hacia las energías renovables, la eficiencia energética y la inteligencia. El desarrollo de estas energías será una fuente de empleo y reducirá los costes de la electricidad.

Tenemos también la responsabilidad de exigir a los gobiernos que asuman políticas climáticas y energéticas que nos mantengan lejos del aumento de la temperatura de 2ºC. Debemos exigir a las grandes empresas emisoras de gases de efecto invernadero responsabilidad. Y debemos exigir a los gobiernos que aprueben un marco jurídico para que los inversores desarrollen energías renovables con seguridad, que acabe con las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 y que regule el lobby de las empresas causantes del cambio climático. Sobre todo, que no sean estas las que deciden las políticas climáticas y energéticas.

Ojala que en la Cumbre Climática de París 2015 se apruebe un nuevo pacto climático mundial, y que se haga efectivo el compromiso ya adoptado en el marco europeo de reducir las emisiones en un 85-90% para 2050.