lunes, 14 de mayo de 2018

Rusia envía al Ártico la primera central nuclear flotante del mundo

Chernóbil flotante’ o ‘Titanic nuclear’, así es como muchos han bautizado a la primera central nuclear flotante del mundo, que ya está navegando por el Báltico camino al Ártico. El “Akademik Lomonosov” será el primero de una flota de centrales nucleares flotantes que Rusia planea enviar al Ártico para facilitar la explotación a gran escala los depósitos de petróleo, gas y carbón en su parte de este frágil océano. Este peligroso plan supone una amenaza más que obvia para unas de las regiones más desprotegidas del planeta, ya de por sí amenazada por el cambio climático. Y es que una catástrofe nuclear en aguas árticas podría destruir el medio de vida de miles de personas y tendría efectos devastadores sobre la fauna del Ártico. Los rompehielos y submarinos nucleares construidos en Rusia tienen una historia plagada de accidentes que debería preocuparnos. Hace 32 años fue en Chernóbil, y hace 7 en Fukushima. El riesgo continúa en todas partes mientras exista la energía nuclear, pero no podemos permitirnos un desastre que nos deje un Ártico radiactivo. Si las zonas alrededor de Fukushima y Chernóbil ya fueron difíciles de limpiar, imagínate en la noche polar, con temperaturas bajo cero y tormentas de nieve.

viernes, 4 de mayo de 2018

Aceite de palma: continúa la deforestación en Indonesia

Productores de aceite de palma siguen deforestando la selva tropical de Indonesia. Y, ¿a que no adivinas de qué grandes marcas internacionales son proveedores? Efectivamente, son nuestros viejos ‘amigos’ Nestlé, Unilever, PepsiCo y Mars, a los que llevamos más de una década escuchando decir que quieren limpiar su cadena de suministro de aceite de palma. Se ha descubierto que alrededor de 4.000 hectáreas de selva tropical han sido deforestadas en la provincia de Papúa, Indonesia. Esto significa que, después de destruir gran parte de las selvas tropicales de Sumatra y Kalimantan, la industria del aceite de palma se está expandiendo hacia nuevas fronteras forestales como Papúa. Lo peor de todo es que se trata de un área protegida por el gobierno de Indonesia tras la devastadora ola de incendios forestales de 2015, en la que está prohibida la conversión de bosques en plantaciones. Se lleva años denunciando la destrucción de las selvas de Indonesia, conocidas como ‘Bosques del Paraíso’ por albergar dos de las terceras partes de la biodiversidad de toda la Tierra. Son el hogar de especies tan increíbles como la rana voladora, el rinoceronte de Sumatra y Java o el orangután, cuya población en la isla de Borneo se ha reducido a la mitad en los últimos 16 años y la especie entera se encuentra en peligro crítico.